Versión y dirección: Carlos Álvarez-Ossorio
Cía.: Cámara Negra

"Nunca hubo puta ni ladrón, tan inclinado al mal, que no tuviera sus devociones."

La Devoción de la Cruz, es uno de los textos más fascinantes de Calderón de la Barca, aunque incomprensiblemente de los menos representados. En él alienta un fuerte tono Shakesperiano, en esta versión se potencian todos estos aspectos, junto con lo que es propio de Calderón: su estilización hacia el auto sacramental, su carácter ritual y simbólico.

Esta versión centra la trama en los cuatro personajes principales “el padre y los tres hijos”, convirtiendo así la historia en una tragedia familiar e intimista. Un clásico es clásico porque nos habla de cuestiones universales, que pertenecen al inconsciente colectivo. Esta obra es un claro exponente de las teorías de Freud sobre el Tótem (la cruz) y el Tabú (el incesto) y del arquetipo de Jung.

Intérpretes: Santiago Roldán, Oren Moreno, Javier Román y Paco Luna.