CACERES Y WOMAD


"La música es un idioma universal que reúne a la gente y demuestra, tanto como cualquier otra cosa, la estupidez del racismo", con estas palabras nos acerca Peter Gabriel, mejor que con cualquier otra definición, a la esencia del festival Womad.

WOMAD. World of Music Arts and Dance (el mundo de la música, el arte y la danza). Este es el significado de unas siglas que conforman el proyecto ideado por Peter Gabriel para reunir y propiciar el disfrute de una gran variedad de músicas y danzas que llegan hasta nosotros desde los puntos más recónditos de la tierra.

Los festivales, celebrados en distintos lugares del planeta, han sido siempre ocasiones maravillosas y únicas y han dado a conocer a numerosos artistas de talento a un público internacional. Womad ha hecho posible que un número incontable de personas haya conocido culturas diferentes a partir del disfrute de sus músicas, con todo lo que eso supone.

Los Festivales Womad tienen un importante componente de integración, diversidad, tolerancia y respeto absoluto hacia todas las culturas. La música, en particular, y el arte, en general, como instrumentos para denunciar cualquier brote de intolerancia, racismo y xenofobia. Los festivales Womad no son un evento cargado de estrellas rutilantes al servicio de modas pasajeras o números uno en las listas de venta. Son, sobre todo, un escaparate para descubrir nuevos sonidos, nuevas culturas y nuevas formas de vida. Asistir a un Womad es como ir a un enigmático mercado donde se pueden encontrar sorprendentes tesoros escondidos. Y así es Womad Cáceres, un evento ya clásico en el panorama musical internacional que cuenta con el galardón de ser el que más ediciones ha realizado, el más antiguo, después del Womad de Reading.

Además de los conciertos, en el festival Womad se organizan talleres en los que puede participar el público, atracciones para niños y sesiones de música y baile que brindan a los participantes la oportunidad de conocer "de cerca" a diversos artistas

Pero Womad Cáceres no sólo es un Festival con un cartel de gran calidad, sino que, año tras año, las calles de Cáceres se convierten en una "Gran Fiesta de Música y Color" donde se dan cita centenares de músicos, malabaristas y artistas que ofrecen su arte en la calle. En cada rincón de la Ciudad Monumental resuenan amplificados los instrumentos de percusión que forman parte del "equipaje" de una gran parte de los asistentes al Festival.

Cáceres se convierte por unos días en una referencia para todo el mundo. En esta ciudad pequeña y alejada, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, conviven miles de personas en total armonía disfrutando de las manifestaciones culturales y vitales más diversas, y esa actitud, ese talante abierto y acogedor que se manifiesta especialmente durante los días del festival, le supuso a Cáceres en 1997 la declaración de CAPITAL EUROPEA CONTRA EL RACISMO con motivo del Año Europeo Contra el Racismo. Por la organización del Festival Womad Cáceres y de los actos que tuvieron lugar durante esta capitalidad, el Consorcio Gran Teatro de Cáceres fue reconocido con el Premio Nacional 1999 a la Solidaridad y Sensibilización Contra el Racismo que otorga Comisiones Obreras y otras instituciones Europeas en pro de la tolerancia y la solidaridad. En el año 2002 se ha galardonado, asimismo, desde la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura con el Premio Tolerancia al Consorcio Gran Teatro por los valores de integración de culturas y la filosofía de convivencia que propugna el Festival Womad Cáceres.

Por todo ello este evento ha conseguido, a lo largo de estos años, muchos beneficios para la ciudad de Cáceres y también para Extremadura. Quizás el más importante sea haber mostrado a los ciudadanos, y sobre todo a los más jóvenes, que el mundo no se limita a lo que conocemos por los medios de comunicación, sino que está lleno de manifestaciones culturales ricas, variadas y enriquecedoras que deben alejarnos de cualquier actitud etnocentrista y, sobre todo, debe alejarnos de la triste realidad que expresaba el título de aquel libro de Ciro Alegría, El mundo es ancho y ajeno, desde el conocimiento de las raíces y tradiciones culturales de los demás.