David D’Or (Israel)
Si no le ha escuchado antes, contenga el gesto de incredulidad cuando tenga oportunidad de verle cantar por vez primera: su garganta de contratenor es uno de esos raros privilegios de la naturaleza, un regalo con tesitura de cuatro octavas (más del doble que el común de los mortales) ante el que cualquier reto no parece imposible. A sus 42 años, D’Or ha asombrado a los más altos y diversos dignatarios mundiales –el Papa, el rey de Tailandia , pero acaba de rechazar una suculenta oferta del Metropolitan de Nueva York. En su lugar, ha preferido consagrarse a los cantos ancestrales judaicos, un material henchido de melancolía que recrea arropado por acordeón, clarinete, violín y un gumbush, el instrumento turco que más se asemeja al banjo. Y su viaje sigue: hace apenas unas semanas cantó en Harlem para Martin Luther King III.
Textos: Nano Amenedo |